Desde muchas perspectivas, el lujo de trabajar desde casa es el sueño de cualquier padre.
En mi caso, me da la flexibilidad de bajar al sótano y poner la ropa en la secadora, o tomarme unos minutos cuando mi hija llega del colegio por la tarde para recibirla y hablar sobre su día.
Es un privilegio y estoy agradecida. Pero ese privilegio tiene su precio.
Gran parte del desafío radica en aprender cuándo desconectarme del trabajo. Luego de charlar con otras personas que trabajan desde sus casas, decidí implementa unos pocos cambios simples (espero).
Ver artículo completo en Cuando la oficina está en casa, el reto es saber cuándo dejar de trabajar - WSJ.com Por LAURA KREUTZER
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